Hará dos años atrás decidimos con mi señora comprar un piso aquí en Madrid, y movernos a un nuevo hogar que fuese nuestro (sí, sí, que está hipotecado, pero sigamos con la historia).
Buscamos algo que nos gustase a los dos: tres habitaciones, dos baños, cocina cerrada, living comedor, y mediante el sacrificio de espacio habitable, una terraza. Nada del otro mundo para estándar chilenos; pero créanme que en Madrid no es tan fácil como se ve.
Pues nada, hace un mes ya nos mudamos y hasta ahora estamos contentos y más que satisfechos. ¡A por unas fotos!
La sala de estar
Es un living digamos «normal» en cuanto a espacio: es justo para acomodar la «sala de estar / sala de cine» y un pequeño comedor. Lo positivo es que no he tenido que cambiar ningún mueble del piso anterior: caben perfecto y siento que aún no se ve sobre cargada.
En la primera foto se ve una parte de la terraza. La segunda la tomé desde el otro lado y se puede apreciar la entrada, el mueble con mis figuras, y el pobre televisor: la única baja de la mudanza.
Hasta ahora: Nuevo Hogar 1 – Arrendado 0.
La cocina y como debe ser: cerrada
Es broma. Cada quien con sus gustos jejeje.
A mí en lo personal me gusta el concepto de cocina cerrada. Por un único motivo: no me agrada cuando la casa con olor a comida. Por muy buenas que puedan ser las campanas extractoras, no se evita completamente ni siquiera con las cerradas.
Sobre la cocina en particular, es más grande de lo que la imaginé. A la derecha los muebles con los que venía; a la izquierda armé uno de IKEA, barato pero funcional.
Colocaré un segundo mueble de IKEA, y a futuro planeo reemplazarlos con otros que mantengan el diseño de la cocina y obviamente de mejor calidad.
Nuevo Hogar 2 – Arrendado 0.
La terracita para la cervecita
Un piso con terraza debe necesariamente sacrificar espacio habitable; es decir, las habitaciones serán más pequeñas.
Encontramos pisos más baratos, con mejor espacio interior, pero sin terraza. Escogimos este porque queríamos tener algo similar a un patio, que es lo que nunca nos faltó en Chile.
La terraza es amplia: unas seis personas pueden comer tranquilamente. Está acristalada por lo que es usable durante helados y lluviosos inviernos; y cumple perfectamente para beber una cerveza y fumar un cigarrillo de cuando en vez. A futuro le instalaremos estores en cada ventana para la privacidad.
El sistema de cristales (ventanas, vamos) es un Pro y un Contra a la vez. Pro porque te permite tener una habitación cerrada para cuando lo necesites; contra porque para limpiarlos, los debes mover uno por uno al «principio» para poder abrirlos; de lo contrario, funcionan como una «ventana corredera».
La puntuación va 3 x 0, el piso arrendado no tenía terraza.
La oficina del Tander
No hay mucho más que decir: desde aquí trabajo, veo Animé, compro en línea, estudio y publico de vez en cuando.
Cumple perfectamente para mi set up; la impresora ahora queda al lado del gabinete y por ende puedo conectarla con cable (por Wi-Fi es un tormento); y el armario que no se ve a la derecha me sirve para guardar mis «cachueros» de oficina.
A futuro planeo algunos estantes flotantes para colocar figuras, adornos, decoración. Por ahora está bien. ¿Cuánto vamos ya, 4 x 0?
Puntuación final del nuevo hogar
Entre otras características que lo hacen mejor (es un piso nuevo vs un piso de los años 20); está la mejor de todas: es mucho más fresco. Incluso sin el sistema de piso refrigerante encendido. Esto hace que, en comparación con el arrendado, sea un millón de veces mejor. Créanme, sobre 38 grados es bastante calor.
Hoy en día podemos dormir mucho mejor y eso no tiene precio. Si le sumo el piso (que saldrá algo carillo en la cuenta) y un simple ventilador, se acabaron los veranos sin dormir.
Score final: Nuevo Hogar 1.000.000 – Arrendado 1 (Un punto porque vamos, nos acogió durante buen tiempo).
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Para finalizar la entrada, el piso está en una urbanización de 31 viviendas, con piscina y un pequeño gimnasio. El sector es agradable, muy tranquilo. Menos tapas, pero supermercados a dos manzanas por lo que no falta nada.
Aún sigo sin creer del todo que vivo acá. Y cómo ha cambiado nuestra situación desde mi Viaje Inesperado hasta el día de hoy.